jueves, 18 de diciembre de 2014
Al filo de la navaja
lunes, 10 de noviembre de 2014
No quiero ser la mitad, y tu?
lunes, 3 de noviembre de 2014
Por allí se va la patria!!
miércoles, 30 de julio de 2014
Integridad, cuanta falta nos haces!!
viernes, 20 de junio de 2014
Los Alumnos Mediocres
domingo, 6 de abril de 2014
Triple filtrado
En estos días que circula tanta información, es menester estar seguros de lo que nos hacemos eco. He aquí Los tres filtros de Sócrates:
En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por la práctica de su conocimiento, con alto respeto. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme cualquier cosa querría que pasaras un pequeño examen. Es llamado el examen del triple filtro.
¿Triple filtro?
Correcto, continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.
El primer filtro es la verdad: ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
No, dijo el hombre, realmente sólo escuché sobre eso y...
... Muy bien, dijo Sócrates. ¡Entonces realmente no sabes si es cierto o no!
Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad: ¿es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
No, por el contrario...
Entonces, continuó Sócrates, tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Tú puedes aún pasar el examen, porque queda un filtro; el filtro de la utilidad: ¿será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo?
No, realmente no.
Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno e incluso no es útil, ¿por qué decírmelo?
sábado, 5 de abril de 2014
martes, 25 de marzo de 2014
Polarización, que significa?
#leequealgoqueda
POLARIZACION, que significa? La polarización es el procedimiento y el resultado de polarizar. Este verbo puede referirse la alteración de la luminosidad mediante la reflexión o la refracción; al aporte de una cierta tensión a un dispositivo electrónico; a la disminución de la corriente eléctrica de una pila a causa de un incremento de la resistencia; o, en un sentido más amplio, al surgimiento de dos sentidos o direcciones que resultan opuestos.
La polarización electromagnética se produce cuando la luz u otras ondas similares oscilan en un cierto plano, definido por un vector perpendicular a la difusión de la onda y por otro paralelo.
La polarización electroquímica, por su parte, es el proceso que consiste en reducir la fuerza electromotriz de una pila a partir de los cambios que su funcionamiento genera en los electrolitos y los electrodos.
En el contexto de la política, se habla de polarización cuando la población parece repartirse entre posiciones opuestas. No existe un punto medio o un lugar de encuentro entre las diversas opiniones, que parecen irreconciliables. Por ejemplo: “Me preocupa la polarización de nuestra sociedad”, “Hace años que el país no estaba tan polarizado como ahora”, “La polarización de la nación quedó reflejada en la elección, donde las dos fuerzas más importantes rondaron el 50% de los votos”.
La polarización es riesgosa ya que suele estar vinculada a la falta de moderación y a la ausencia de diálogo. Cada posición desconoce la validez de la otra, lo que puede derivar en situaciones de violencia y en diferentes tipos de enfrentamiento.
Lee todo en: Definición de polarización - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/polarizacion/#ixzz2wz7Jeweu
domingo, 23 de marzo de 2014
Linchamiento Mediático, cuestión de responsabilidad.
sábado, 22 de marzo de 2014
Crisis de Credibilidad
viernes, 21 de marzo de 2014
El Arco, La Flecha y El Blanco. Paulo Coelho
lunes, 24 de febrero de 2014
La Manifestación del Silencio de Jorge Eliecer Gaitan
Fragmentos de la mejor oratoria de Jorge Eliecer Gaitán, fue pronunciada el 7 de febrero de 1948 en la Manifestación del Silencio.
"Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia.
Señor Presidente: Nuestra bandera está enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones solo os reclama: ¡que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes!
Os decimos finalmente, Excelentísimo señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. ¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!"
domingo, 26 de enero de 2014
El más grosero desparpajo!!!
"La culpa no es del ciego, sino del que le da el garrote" diría mi abuela con respecto al desfalco y el desangre de nuestra patria a manos de unos mal nacidos corruptos, depredadores del erario público en lo que corresponde a CADIVI y las empresas de maletín que denuncian tan alegremente altos personeros del gobierno y de las cuales no hay ni un sólo detenido!!! Pobre país rico y sin dolientes!!! Cuantos funcionarios de ese organismo, hoy ostentan con grosero desparpajo el fruto de sus mal habidos bienes? Que será de la declaración jurada de bienes que deben hacer antes de posesionarse de esos cargos? .........Bien gracias!!!
lunes, 13 de enero de 2014
viernes, 10 de enero de 2014
Será cierto lo de la apatía?
http://gazzettadelapocalipsis.wordpress.com/2014/01/07/por-que-no-estalla-una-revolucion/
Revisa "POR QUÉ NO ESTALLA UNA REVOLUCIÓN.-" en ShekinahMerkaba
Para ver este publicación del blog, visita:
http://shekinahmerkaba.ning.com/profiles/blog/show?id=6533154:BlogPost:156152
Me Pregunto que opinas TU?
miércoles, 8 de enero de 2014
Crear la necesidad de NO ser Conformistas.
viernes, 3 de enero de 2014
Personas Viricas
Personas víricas que consumen energía
Llegan, nos contagian sus emociones negativas y nos dejan sin fuerzas.
Defenderse y protegerse de este tipo de personas es una obligación.
Parar los pies a los víricos victimistas no es abandonarles sino invitarles a tomar las riendas.
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Seguro que usted se ha visto alguna vez en esa situación en la que después de mantener una conversación con un amigo se ha sentido desolado, ha contemplado el mundo con más tristeza y menos entusiasmo que antes de empezar la conversación, o ha pensado: “Madre mía, a este amigo no le pasa nada bueno, siempre tiene una queja”. Y en situaciones extremas, ha escuchado el teléfono, ha visto el nombre de la llamada entrante y ha dejado de atenderlo porque sabe que esa persona, de alguna manera, le va a complicar la vida: le va a contar un nuevo problema o seguirá hablando de su monotema, por lo general con temática “desgracia”. La pregunta que uno se plantea siempre después de pasar un rato con las personas víricas es: “¿Y yo qué necesidad tengo de estar oyendo esto?”.
¿Quiénes son las personas víricas? Aquellas que llegan y le contagian de mal humor, de tristeza, de miedo, de envidia o cualquier otro tipo de emoción negativa que hasta ese momento no se había manifestado en su cuerpo. Es igual que un virus: llega, se expande, le hace sentir mal y cuando se aleja, poco a poco, usted recobra su estado natural y, con suerte, lo olvida.
El origen de la persona vírica puede ser variado: el mal genio, la envidia, la falta de consideración, el egoísmo, la estupidez o la falta de tacto. Lo importante es verse con recursos suficientes para protegerse del contagio. El mundo está lleno de personas víricas de diferentes tipologías, unas menos dañinas y otras malévolas que dejan memoria y cicatriz.
Víricos pasivos. En esta categoría incluyo a los victimistas, los que echan la culpa de todo su mal a los que tienen alrededor, nunca son responsables de lo malo que les ocurre porque son los demás o las circunstancias los que provocan su malestar. Si les escucha y a usted le va bien, llegará a sentirse mala persona por disfrutar de lo que los victimistas no tienen. Y no porque no tengan posibilidad de hacerlo, sino porque han aprendido a obtener la atención a través de la queja y eso es cómodo. Se sienten maltratados por la vida y abandonados de la suerte. Por supuesto, le hacen sentir mal a quien no les presta la atención de la que se creen merecedores. Con estas personas sufrirá el contagio del virus tristeza, frustración y apatía.
Víricos caraduras. Son los que siempre le pedirán favores, pero a la vez no son capaces de estar atentos a sus necesidades. No mantienen relaciones bidireccionales en las que entreguen tanto como reciben. Tiran de otros sin preguntarles si están bien, si necesitan ayuda, si les viene bien prestársela en ese momento. Son egoístas y egocéntricos, y en el momento en el que se deja de satisfacer sus necesidades comienza la crítica y el chantaje emocional. Con estas personas sufrirá el contagio del virus “siento que abusan de mí”, aprovechamiento y resignación.
Víricos criticones. Viven de vivir la vida de otros porque no les vale con la suya. Su vida es demasiado gris, aburrida o frustrante como para hablar de ella, así que destrozan todo lo que les rodea. No espere palabras de reconocimiento hacia los demás ni que hablen de forma positiva de nadie, porque el que a los demás les vaya bien, les potencia su frustración como personas. No saben competir si no es destruyendo al otro. Arrasan como Atila. Con estas personas sufrirá el contagio del virus desesperanza, vergüenza, incluso culpa si participa en la crítica. Y la culpa luego arrastra al virus del remordimiento.
Compañías peligrosas
Frase
– “Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás”, de William Faulkner, narrador y poeta estadounidense, premio Nobel de literatura en 1949.
Canción
– ‘Las malas compañías’, de Joan Manuel Serrat.
Película
– ‘Las amistades peligrosas’, con Glenn Close, John Malkovich,
Michelle Pfeiffer, Keanu Reeves y UmaThurman.
Víricos con mala idea. Manténgalos bien lejos. Están resentidos con la vida, ya sea porque no han sido capaces de gestionar la suya o porque la suerte no les ha acompañado. Anticipan que las personas son interesadas y no esperan nada bueno de ellas. Todo lo interpretan de forma negativa, a todo el mundo le ven una mala intención. Viven en un constante ataque de ira, como si el mundo les debiera algo. No soportan que otros tengan éxito, esfuerzo y fuerza de voluntad, porque estas actitudes de superación les ningunean todavía más. Con estas personas sufrirá el contagio del virus indefensión, inseguridad, impotencia y ansiedad.
Víricos psicópatas. Para los que no lo sepan, no hace falta ser asesino en serie para ser un psicópata. El psicópata es aquel que inflige dolor a los demás sin sentir la menor culpabilidad, remordimiento y sin pasarlo mal. De estos hay muchos de guante blanco. Son los que humillan, faltan al respeto a propósito, pegan, amenazan y provocan que se sienta ridículo, menospreciado, y se cargan la autoestima. Ante ellos, salga corriendo, porque el que lo hace una vez, repite. Si le permite que le maltrate, usted terminará pensando que ese es el trato que merece. Con estas personas sufrirá el contagio del virus miedo y odio. Muy difícil de erradicar, perdura durante mucho tiempo en su memoria.
Mecanismos de defensa. Para evitar el contagio de los víricos victimistas, lo primero que hay que hacer es pararles. Decirles que estará para ayudarles a tomar decisiones y solucionar problemas, pero no para ser el pañuelo en el que ahogan sus penas sin implicarse. Estas personas se acostumbran a llamar la atención con sus desgracias, pero son incapaces de responsabilizarse y actuar porque optan por el camino fácil: llorar.
Dígale que estará encantado de ayudarle siempre y cuando se movilice. Y si no lo hace, decida alejarse de alguien que ha tomado la decisión de ser un parásito toda la vida. No lo está abandonando, le está dando aliento para que actúe. Si decide no tomar las riendas de su vida, ser su paño de lágrimas, tampoco será una ayuda. Se gasta la misma energía quejándose que buscando soluciones. La primera opción consume y resta, y la segunda suma.
Ante el virus de pedir, el antivirus de decir no. Si usted no hace prevalecer sus necesidades y prioridades, ellos tampoco lo harán. Una cosa es ser solidario y otra muy distinta estar a disposición de todos y no estar nunca para uno mismo.
No permita que la persona vírica criticona haga juicios de otras personas que no estén presentes. Si lo hace con otros, también lo hará cuando usted no esté presente. No entre en su juego ni se identifique con esa conducta. Dígale que no le gusta hablar de personas que no están presentes. Y si se trata de rumores, dígale que no tiene la certeza de que el rumor sea cierto. Los rumores, la mayoría de las veces, son infundados, falsos o exagerados. Se propagan como el viento, y a pesar de que luego se compruebe que son falsos, el daño ya está hecho. Actúe como le gustaría que lo hicieran, con respeto, discreción y veracidad. Es más importante ser ético que evitar un conflicto con un criticón.
Y por último, no permita que nadie le falte al respeto y mucho menos le maltrate ni psicológica ni físicamente. Como personas, todos merecemos un trato digno. Hágase valer. Pida ayuda, póngase en su sitio, no consienta una segunda oportunidad a quien le ha hecho daño. El que le daña no le quiere; olvídese de justificarle por su pasado, su carácter, su educación, el alcohol o sus problemas. Nada, absolutamente nada, autoriza la falta de respeto y el maltrato físico y psicológico. Y esto es válido en el ámbito familiar, laboral y entre los amigos.
Rodéese de personas de bien, que le quieran y que se lo demuestren, que le hagan feliz, con las que salga con las pilas recargadas. Tenemos la obligación de ser felices y disfrutar. Hay mucha gente dispuesta a ello. No las deje escapar. Las personas estamos para ayudarnos, somos un equipo.
jueves, 2 de enero de 2014
La Familia Tóxica
En fechas significativas como son las “navidades” muchas personas viven el conflicto de tener que reunirse con la “familia toxica” en definitiva con las personas que más les han hecho sufrir en su vida.
En la navidad llega el turrón pero también llega el tiempo de la hipocresía y el silencio contenido, de los no dichos, del juicio, la culpa…, por eso cuando nos acercamos a estas fechas nuestros pulmones se colapsan, no porque “cogemos frío”, sino porque vivimos un ataque frontal en nuestro territorio o porque el ambiente está contaminado con el polvillo de los asuntos no resueltos entre los integrantes de la familia.
La familia perfecta y unida vende, pero por desgracia esto no es la realidad, en los medios de comunicación somos contaminados con estas imágenes de perfección que solo nos llevan a la frustración pues no nos vemos reflejados en ellas, sino todo lo contrario.
Si estamos inmersos en la dinámica de una “familia tóxica” lo primero que debemos aceptar es que esto es así nos guste o no. Muchas veces es necesario prescribir un alejamiento de nuestra propia familia para poder vivir con un poco de paz, puesto que el foco de conflicto se encuentra en su seno y entrar en contacto con las personas y situaciones conflictivas puede llevarnos a vivenciar una y otra vez las situaciones dolorosas.
En estos casos el trabajo terapéutico es muy recomendable, pues es en el marco terapéutico donde estos vínculos tóxicos y complejos pueden ser vistos, sentidos o presentidos, ya que fuera del contexto terapéutico son temas de los que no se habla por el gran dolor que acarrean, porque son temas vergonzantes, dolorosos que muchos optan por tapar.
Afortunadamente gracias a los trabajos de investigación de muchos analistas e investigadores de la psique humana podemos hoy en día ajustar estos vínculos y nuestros deseos para que nuestra vida este a la altura de lo que nosotros deseamos, de aquello que profundamente ansiamos y necesitamos (y no lo que se espera de nosotros) para poder SER.
Aceptar la naturaleza dual de la vida es todo un trabajo de transformación que comienza por nosotros y el lugar que ocupamos dentro de nuestras familias.
Nos guste o no la vida duele, la familia duele, pero el sufrimiento, este emerge de la negación y represión del dolor, de ti depende mirar de frente a la vida y dignificarte como persona a solas si es preciso.
La verdadera sanación y transformación del alma nace de enfrentar
y reconocer nuestra sombra, después?
….después ya no hay nada.
Surá Lillo.