viernes, 20 de junio de 2014

Los Alumnos Mediocres

Este articulo llego a mis manos hace muchos años mientras dictaba clases allá por el año 1994 sobre Motores a Reacción en lo que fue la Escuela Técnica de la Aviación. En aquellos salones de clase, pretendía yo emular a uno de los mejores instructores de Motores que he tenido, me refiero en este caso al MTS José R. Medina Araujo, un hombre amante de enseñar y educar como muy pocos. El caso es que, a mi manera de ver, con el pasar del tiempo, la manera de impartir enseñanza en los Institutos Militares al igual que en todos los sectores educativos del País, ha venido bajando tal vez no en calidad pero si en la rigurosidad del método aplicado. Desde mi humilde punto de vista, no hay sobre la tierra un lugar mejor para el crecimiento humano que un salón de clases si sus participantes tienen la actitud adecuada para crecer. Los entonces Alumnos me enseñaron muchísimas cosas que siempre les agradeceré, recuerdo que me reclamaban a su manera mi muy exigente manera de enseñar y yo los conminaba a mejorar sus notas promoviendo la sana competencia entre ellos. Una de las palabras que con más frecuencia utilizaba en aquellos días, sin intenciones de irrespetarlos recuerdo que era Mediocre y la aplicaba con frecuencia a sus bajas notas. El método funciono y las notas mejoraron notablemente. Una mañana de clases, recuerdo que uno de ellos trajo una amarillenta fotocopia de un recorte de periódico que aún conservo y que se titula: LOS ALUMNOS MEDIOCRES, bajo la autoría de MENA BOCCIA. Allí comenzó un debate sobre el texto del recorte en cuestión y ellos a son de chanza, tomaron la frase para motivarse unos a otros y mejorar sus notas en las otras asignaturas. Aun nos tropezamos por allí y con una sonrisa y algún comentario recordamos aquellos momentos que fueron de verdad difíciles para algunos de ellos. Hoy les presento esa página con la intención de recordar aquellos gratos momentos y hacer un pequeño aporte a nuestra desmejorada labor como instructores debido algunas veces a la flojera o falta de motivación de nuestros alumnos. Me pregunto hoy, que hubiese podido pensar este autor de haberle correspondido enseñar en las condiciones de hoy día cuando los alumnos, mediocres o no, perturban una sesión de clase para atender su teléfono celular, o tal vez utilizar el tiempo de clase para chatear a través de su laptop, o quizá jugar con su avanzado teléfono celular con otros compañeros de clases. La verdad es que dar clases bajo las condiciones que sea, no es una labor fácil. Hay que aprender muchos trucos para lograr captar la atención de un alumno motivado y buscar la manera de motivar al que no lo está. Gracias por su atención, nos vemos en la próxima clase!!!!! He aquí el documento en cuestión: