jueves, 25 de junio de 2020

La Educación a Distancia, Un Reto a Vencer.

La educación a distancia. Un reto a vencer. 


    En estos convulsos días que nos ha tocado vivir, estamos obligados a ejecutar cambios en la manera de hacer las cosas, la fuerza de la costumbre nos lleva a querer regresar a nuestra zona de confort, a continuar utilizando las viejas maneras de hacer las cosas. Aprender es una de aquellas cosas, las viejas maneras de aprender que tan buenos o no tan buenos resultados nos dieron, pero era lo que teníamos a la mano. Hoy día nos vemos enfrentados a nuevos términos relacionados con viejas actividades. El tan cacareado futuro llegó y nos tomó a algunos por sorpresa. Un ejemplo de eso es la “nueva realidad”, ¿Qué es eso de nueva realidad? Nueva Realidad no es otra cosa que hacer lo mismo a lo que estamos habituados, pero de manera diferente. Debemos incorporar a nuestras rutinas diarias, actividades que ya existían pero que no estaban incluidas en nuestros quehaceres, hábitos de higiene que deben ser reforzados, distanciamiento social obligatorio, entre otras, estas medidas solo ayudaran a que nuestra raza se perpetúe en el tiempo. 
    El proceso de facilitar el aprendizaje de conocimientos, ideas y valores que se conoce como educación, forma parte de ese proceso evolutivo de la raza humana y no es ajeno a estos cambios; por ende, nuestra manera de adquirir conocimientos se ve afectada por esta situación. Nos vemos forzados a cambiar nuestra costumbre de asistir a un aula de clases a una hora y días fijos, esto nos genera estrés, como casi todos los cambios a los que nos enfrentamos, el tener que salir de nuestra zona de confort, como se le conoce hoy día, no es asunto fácil. El ser humano a pesar de ser un “animal de costumbres” como dijo Charles Dickens, está hecho para enfrentar y asumir cambios que garanticen su supervivencia. Hoy en día, nos enfrentamos a esa disyuntiva queramos o no. El cambio llegó y al parecer llegó para quedarse. ¿Qué vendrá después de esto? solo Dios lo sabe, lo cierto del caso, es que, como personas, como familias, como empresas, como sociedad, debemos mutar para adaptarnos y poder sobrevivir. “No sobrevive el más fuerte, sobrevive el que mejor se adapte”, en palabras de Charles Darwin. 
    La educación a distancia se nos presenta como una alternativa a la cual miramos con recelo, a pesar que este modelo educativo tiene bastante tiempo en uso, hoy en día por razones que conocemos, nos vimos obligados a darle la oportunidad que desde hace mucho tiempo nos viene pidiendo. ¿Por qué cambiar el modelo educativo si me ha funcionado por lo que tengo de vida?, podría ser una pregunta que ronde la cabeza de estudiantes y facilitadores. Unos por la comodidad de sentarse a esperar que el recipiente les sea llenado, por citar a Freire. Otros, por la comodidad que representa el tener todo preparado, en algunos casos por años, y darle uso cada vez que voy a enseñar el mismo contenido. En ambos casos, la comodidad es factor común, el reto al que nos enfrentamos, supone romper esquemas y asumir responsabilidades. Es momento de romper paradigmas. Es momento de aventurarse a conocer lo nuevo e incorporarlo a mi realidad, sea cual fuere el lugar que me corresponda ocupar, bien sea en el pupitre o bien sea en el escritorio, aunque en este caso, el lugar y el momento desde donde acceda al contenido quedaran a mi libre albedrío. 
    Vale la pena recomendar que, en el caso de los participantes, será tiempo de utilizar nuevamente aquella palabra en desuso en muchas aulas de clases: discípulo, muy de la mano con su hermana disciplina. Exige mucha disciplina asumir que soy responsable de mi aprendizaje, que soy yo quien debe dedicar tiempo y esfuerzo a leer, a analizar y a interpretar textos. Exige mucha disciplina no dejarme seducir por los distractores que hoy pululan en la red. También es momento de comprender que lo que se hace con disciplina deja un sabor agradable en la boca. En el caso del docente, será menester aplicarse aún más a su labor de facilitador, de faro guía, que lleve a ese discípulo de manera disciplinada al puerto del conocimiento. Necesario es adaptarme como docente a las nuevas realidades de cada quien para poder continuar ejerciendo el difícil pero gratificante apostolado de la enseñanza. Finalizo invitando a disfrutar cada paso del proceso, sea cual fuere el lugar que ocupamos, para que nuestra experiencia sea lo más agradable posible. Prof. Ludím Gutiérrez 25JUN2020